martes, 24 de abril de 2012

De la serie "personajes que odio con todo mi ser": Shia Lebouf

Hay actores que, por mucho que intenten actuar, convierten sus peliculas en "una peli de..."
De este subgenero tenemos muchos representantes ilustres: Stallone, Van Damme, Jackie Chan, Terence y Bud, Steven Seagal...A la que uno de estos colosos sale en el casting de una película, el público ya sabe a que atenerse.

Amos, si alguien espera encontrar dialogos profundos e intrincadas tramas familiares en "Soldado Universal" o "Delta Force", es que o bién dicha persona es gilipollas, o bién....
Vale es gilipollas y punto.

Recientemente, he descubierto un nuevo ejemplar de esta noble caterva. Uno particularmente irritante en lo actoral, aunque mole mucho a raiz de automutilarse un dedo en una tremenda curda durante el rodaje de "Transformers: El lado Oscuro de la Luna" (2011), y de protagonizar tremendas peleas de trasfondo etílico en dicho rodaje,  acción que desde aqui elogiamos y merece todos nuestros respetos.

Hablamos del superheroe Judio (a partir de ahora, SJ), el gran proyecto de Steven Spielberg de clonar un Harrison Ford a la hebrea, el hombre que se sabe enchufado y lo disfruta como pocos. Hablamos del indomable Shia Labeouf.

Hace ya un tiempecito que el bueno del rey Midas de Hollywood tomo bajo su protectora ala a este alegre y bebedor muchacho. Al parecer, lo consideró como algo parecido a un Tom Hanks a lo Ben Jacob, y lo convirtió en su actor fetiche. Tanto es asi, que desde entonces es raro ver un proyecto asociado con Spielberg en que no aparezca el nombre de SJ.

Recordados son sus trabajos en la última de Indiana Jones, donde se intenta descardamente proponerlo como heredero directo del bueno de Indiana, cosa que grácias a Billy Wilder no se ha producido...de momento, y sobretodo la que es considerada su obra cumbre: la trilogía de "Transformers", producida por Spielberg y a los mandos del cacharro el muy acelerado Michael Bay.

¿Y que espera uno de las peliculas de este mozo? Pues que te sientas profundamente irritado con su personaje, francamente, porque SJ es uno de los actores más insufribles del panorama cinematrográfico.

Del visionado de "Yo Robot" (2004), por ejemplo, en los menos de dos minutos de planos que tiene en la película interpreta un papel de una forma tan cargante que, aún sin conocer como se llamaba siquiera, salí del cine con el recuerdo fijo en pantalla de "aquel crio insufrible que no se me quita de la cabeza". Y después, claro, viene ese proyecto de enzalzamiento de nuestro heroe que es la saga Transformers. Allí, el bueno de SJ nos muestra como un buen judio de pro puede ligarse a tremendos pibones y modelos de Victoria's Secret sin ningún tipo de problema. Y es que encajar al bueno de SJ como héroe de acción es como intentar que Stallone diga supercalifragilisticoespiralidoso sin que le de un ictus facial, ¡Excelsior!

Optimus Prime, momentos antes de arrear con la ley del Talión y el Antiguo Testamento a todo el que pillase por delante en la tercera de Transformers.

SJ tiene tres registros actorales: cara estandar, que ultiliza el 90% de sus filmes, rictus contraído que transmite, sí, transmite grimilla e incredulidad, y grito.

Sí sí, grito.

Porqué si uno se toma la molestia de ver sus peliculas, verá que en un momento u otro, empieza a gritar, con esa pedazo de boca abriendose como la puerta de Alcalá, en una expresión altamente característica y que repite sin rubor en todas y cada una de las pelis que le he visto. ¡Es el grito de SJ, señores!



                                             Con ustedes, las tres caras de Shia Lebouf.


Asi pues, tenemos a un actor de registro limitado y bastante cargante, más en version original,  sobreprotegido por un coloso del cine, promocionado a más no poder, y con una vida tirando a disoluta; Total, siendo quien es su padrino, no le va a faltar trabajo. Pero incluso en papeles caramelo como la segunda parte de Wall Street este mozo sigue sin despuntar, y mucho nos tememos que, a la larga, el bueno de Steven Spielberg tendrá que buscar otro adalid para su causa como la cosa siga asi....

Post dedicado a Gary Oldman, increíble actor cuya carrera se vió truncada por un comentario en estado etílico sobre el Holocausto delante del Rey Midas de Hollywood, que se tomó como objetivo personal hundir su carrera y casi lo consigue.

3 comentarios:

  1. Voy a ser claro. Shia leBluff es parte de un complot semita orquestado por Lucas y Spielberg para vender una imagen atractiva de las juventudes semitas. Hemos pasado de Harrison Ford, narizón, parcialmente hebráico, pero atractivo, este niñato que tiene barriga incipiente, pinta de no cortarse las uñas de los pies y que en otras épocas solo hubiese conseguido estar de relleno en el casting de Porkys o la Revancha de los Novatos. Un payaso, un imbécil, un bueno para nada que no pasaría a la posteridad ni aunque organice un suicidio a lo James Dean.

    Punto.

    Abrazos At0rius

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  2. Pura poesía, Imaginauta. Nada que añadir, al menos nada publicable :P

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  3. La dirección de este blog puntualiza que no es que Shia Labeouf nos caiga mal, ni nada por el estilo.

    ....

    Vale, si nos cae gordo, que se le va a hacer. :(

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