jueves, 29 de marzo de 2018

The outsider (2018): Parálisis facial.

Vaya por delante una cosa: no me gusta Jared Leto. Tiene unos ojazos preciosos, lo admito, pero tan solo hay una película en la que me haya convencido. Hablo de ese terrible ejemplar de acido clorhídrico directo al alma que es "Requiem for a Dream" (1990), en el que el bueno de Leto puso toda la carne en el asador a unos niveles que no ha vuelto a repetir en los siguienes 30 años. 

Desde entonces, piloto automático y p'alante, que se dice por estos lares. Un piloto automático que le ha llevado a ganar un Oscar por la academia en un papel que a mi me pareció ni fu ni fa, e incluso encarnar a un modelo de calzoncillos con problemas de coloración que se hace pasar por un supervillano de comic mítico.



Nop. Lo siento, pero nop.

Por eso, cuando vi que salía de protagonista en un papel que originalmente había sido escrito para Tom Hardy en una producción que inicialmente iba a dirigir mi adorado Takesui Miike, mis expectativas tocaron fondo.

"The outsider" iba a ser una película muy distinta. De uno de los directores más personales del mundo como es Miike el proyecto pasó a estar a cargo del totalmente desconocido para el que suscribe Martin Zandlivet. Tenemos asi un proyecto que ya nace rebotado, un encargo de la todopoderosa Netflix que se ha llevado a cabo como se ha podido y que, como es natural, el resultado dista mucho de ser optimo.

"Optimo." Bonita palabra. Hablando más claro: estamos ante un ñordo de dimensiones cataclísmicas, una película que intenta copiar el buen hacer del thriller coreano pasándolo por el tamiz de alguien que se ha fumado toda la filmografía de Michael Scorsese sin entender un carajo de lo que estaba viendo: El ritmo es horrible, tedioso y mal planteado: escenas innecesarias se alargan hasta el hastío y momentos pretendidamente dramáticos se solucionan con interminables primeros planos que no aportan nada a la película salvo la constante evidencia de que a Jared Leto no le importa un carajo lo que está haciendo aquí.

La única expresión facial en el 90% del metraje. Salvo en un momento que sonríe, eso sí.

Y es una lástima, porque hay momentos en que se puede vislumbrar lo que podría haber sido "The outsider". El reparto japones cumple pese a todo, especialmente el amigo yakuza del prota, el grandisimo Tadanobu Asano. Con su sola presencia, este actor resalta aún mas las carencias de Leto, pese a que el guión le obliga a recitar algunos de los dialogos más vergonzantes vistos nunca en la historia de las pelis de mafiosos.
Pero pese al esfuerzo del reparto oriental, la estética de telefíme de media tarde que transpira toda la película penaliza cualquier intento de reflotar este desaguisado. 

En suma, The Outsider es un bodrio. Un bodrio con infulas, más largo que una sesión de fist fucking sin vaselina, y que lo único que arranca del espectador es un bostezo por su extrema previsibilidad y sus escasos valores artísticos. Y encima, siempre nos quedará el "y si...."





jueves, 22 de febrero de 2018

Forgotten (2018) Viva Corea!

Forgotten es un peliculón.
Así de claro. Una nueva muestra de que el thriller coreano tiene un músculo, un nervio y una sensibilidad que, a día de hoy es prácticamente imposible de encontrar en el cine occidental moderno.
Producida por Netflix, Forgotten es una autentica bomba sensorial. Un guión envolvente, tramposo por momentos, pero que tiene en su ritmo endiablado, su tensión constante, y sus tremendas interpretaciones unas bazas tan tremebundas que hacen que sus pocos fallos queden minimizados hasta ser practicamente inapreciables.

Desconocía la obra de su director, Jang Hang-jun, pero desde ya voy a meter su producción entre mis prioridades fílmicas. Sabe colocar la cámara en todo momento, y aunque abuse de los primeros planos, si uno tiene una plantilla actoral como la que tiene en esta película no hacerlo es poco menos que delictivo. Fotografía y música se alían para crear un ambiente intimista que conjuga perfectamente con las atrocidades que veremos en pantalla de una manera inquietante y mágica.

Por una vez, el que suscribe no quiere explicar nada más de una película. Forgotten merece ser descubierta, revisada y reivindicada, y estoy seguro que a alguna luminaria yanqui se le va a ocurrir tarde o temprano hacer el inevitable remake con su correspondiente whitewashing de actores anglos.
Y antes que eso ocurra, amantes del thriller psicológico retorcido y amantes del buen cine en general, dadle una oportunidad a Forgotten.

No suelo decirlo, ya sabes buen lector que me cuesta y mucho no verle el lado bizarre del cine. Pero esto es una maravilla. 

jueves, 18 de enero de 2018

The Mummy (2017): El Dark Universe muere antes de ver la luz (CHIIIIISTACOOOO!)

Miren esta foto.


Russell Crowe, Javier Bardem, Tom Cruise, Johnny Deep y una moza portuguesa que no creo que levante la cabeza en una producción de alto presupuesto durante una temporada. Foto molona con actores punteros....para una necrológica.

Porque la película de la que vamos a glosar hoy tiene el dudoso honor de haberse cargado un ambicioso proyecto, consistente en una serie de películas basadas en los monstruos de la Universal. A saber, el hombre lobo (Dwayne Johnson), Frankenstein (Javier Bardem), El hombre invisible (Johhny Deep), Jeckyll y Hyde (Russell Crowe) y Tom Cruise como....pues no lo tengo muy claro.
Solo el casting ya da la idea de la magnitud del proyecto. Unos Avengers a lo terrorífico con actores consagrados y con los iconos de peliculas de terror en blanco y negro y que casi nadie menor de 30 años se ha molestado en ver (pero que todo el mundo conoce en teoría) como reclamos.

Semejante odisea fílmica, que buscaba sin duda replicar el reguero de millones que Disney consigue con sus adaptaciones de comics de la Marvel, empezaba con una primera película que tenía que ser el Iron Man de esta saga, la que abriría el camino a todo el resto y despertaría el interés de la audiencia hacía ese universo expandido y, aquí creo que alguien debería decirlo, semiolvidado. Y el personaje elegido fue....¿Dracula? ¿Frankenstein? ¿El hombre lobo? 

Nah. Esos personajes ya estaban muy sobados, y ninguna de sus revisiones modernas había sido un bombazo en los ultimos veinte años. Así que algun directivo avispado se dijo: ¡La momia! Fue un bombazo (en 1999), con actores semidesconocidos (¡¡¡¡en 1999!!!!) y todo el mundo la tiene fresca en la cabeza (¡¡¡¡ES DE 1999!!!!!¿ALGUIEN ME ESCUCHAAAAA?). Y además, tuvo secuelas de exito, que es lo que se pretende aquí, ¿no?

Allá por el 2008 la tercera parte de la momia mostró al mundo los yetis fans del fútbol americano. De esto hace una decada y sí, la franquícia "modelo" ya se había ido al carajo.

Así que la Universal puso manos a la obra: cambió el género del monstruo protagonista, porque por eso estamos en tiempos del girl power, contrató a un director proviniente directamente de la tv y que lo más destacado de su curriculo era haber co-parido la para mi aburridisima Fringe, y puso al inefable Tom Cruise de protagonista.

Conociendo que Cruise tiene bastante tecla en temas de películas de acción, y viendo que el trailer pintaba entretenido, decidí guardar cualquier expectativa en el cajón de la ropa interior de mi esposa, y esperar a ver que pasaba.

El primer trailer fue correcto. Pero entonces empezaron a haber retrasos en el estreno, y pequeñas señales que avisaban de problemas aparecían en el aire. Pero seguí con las expectativas ferreamente controladas entre sujetadores de color rojo y picardías. Finalmente, vi la película cuando las previsiones ya anunciaban una debacle en taquilla en toda regla.

Madre de dios.

Antes de empezar el destripe (aviso de SPOILERS), adjunto unas bellas palabras de Frank Walsh, director artistico en la película, que pueden revelar un de los problemas principales del rodaje:

«Es una película de dos mitades: Antes de Tom y después de Tom. Había oído historias de cómo él maneja y empuja todo, pero fue maravilloso trabajar con él. El chico es un gran cineasta y conoce su oficio. El caminará al set y le dirá al director qué debe hacer, dirá: “este no es el lente correcto”. Preguntará sobre la escenografía hasta que esté satisfecho… es sencillo trabajar para él».


¿Pero que (Censored) me estas contando?

O dicho de otro modo: el director, en su segunda película y la primera con gran presupuesto, sufre un súbito ataque de cagalera y acaba delegando toda responsabilidad en la megaestrella protagonista de la película. La cosa ya pintaba dura, pero ahora se ponía peor.

Y es que lo que uno se encuentra al visionar The Mummy es un egotrip. Un culto al personaje/persona de Tom Cruise, que intenta convertir esta versión en un remake encubierto de la película de 1999 por mucho que digan que intentaban basarse en el espiritu de la película original de Boris Karloff.

Cruise esta desatado, en el peor de los sentidos. Su festival de caretos lo hermana directamente con el mejor/peor Nicolas Cage. Uno arde en deseos de ver a ambos actores juntos en una nueva versión del Motorista Fantasma, dirigida por Jodorowsky o un Stanley Kubrik clonado, pero es que lo que se ve en pantalla no es para menos. Los rictus de Cruise en momentos presuntamente humorísticos provocan escalofrios al espectador, y los planos continuos a sus muy bien conservadas abdominales le dan a la producción un aire de festival homo importante y digno de celebrar por el que suscribe.



Fueron a la misma escuela de interpretes de los hermanos Calatrava. ¿Boquepacha?

Los diálogos son de traca y vergüenza ajena. Toda la presentación de la villana de la función y sobretodo sus motivaciones, que se basan en hacer el mal porque el mal mola, dan mucho pero que mucho apuro de lo ilógicas, aceleradas y mal planteadas que están. La pobre actriz que hace de momia se defiende como puede ante semejante maremoto de despropositos, y debo decir que es lo mejor de la función....dentro de lo poco rescatable que hay. En comparación, la compañera de fatigas de Cruise canta como una almeja porque ni siquiera le echa un mínimo entusiasmo al papel, aparte de poner una rubia rescatable en el guión.


Los floripondios habrían actuado mejor, y aportado expresividad al papel del personaje. Excelsior!

De Russell Crowe sodomizando al doctor Jeckyll y al señor Hyde al alimón poco hay que decir, salvo que este actor se esta especializando en cameos que presumo deben de estar muy bien pagados. Y en cuanto al secundario gracioso que en la momia del 99 interpretaba el muy correcto John Hannah, aqui tenemos ese rol ocupado por un patán al que ni siquiera voy a citar que hace que los dialogos horribles que le toca recitar sean aun peores de lo que son.

Suma y sigue: encuadres disparatados, fotografía confusa, CGI del caro que aparenta ser del barato, guión sin ningún tipo de ritmo....Uno sale enfadado de la sala. Enfadado, y sin ganas de más. Y lo inevitable sucedió:



Universo cancelado, logotipos retirados, y las oficinas oficiales del proyecto vaciadas. Y el status de estrella de Cruise tocado y vete a saber si hundido.

No, si al final sí que fue un Dark Universe, pero para todos los salpicados. (CHISTACOOOOO! AGAIN!)

Er....Buenas noches.