martes, 18 de febrero de 2014

Sketches vergonzantes, Toma I: Muerte por Almaciga (the satanic rites of Dracula, 1973)

En estas que va Dracula, alla por los gloriosos 70, escapando por quincuagésima vez con la capa entre piernas del descendiente de Van Helsing de turno. Protagonistas, obviamente el grande, grandisimo (mide como dos metros el tio) Christopher Lee en su papel más repetido y colmilludo, y el no menos grande Peter Cushing oficiando por vigesimoctava vez y pico del vetusto cazador de vampiros.

No voy a desglosar la película en cuestión, más un explotaiton de la original "Horror of Dracula" (1958) que un flim con identidad propia, sino que me limitaré a reseñar la muerte más vergonzante que el ilustre noble transilvano ha sufrido en toda su historia.

En estas que va Van Helsing, persiguiendo a su nemesis por el típico prado urbano Londinense, cuando de repente el señor de los vampiros ve la faz de su enemigo más allá de unos matorrales espinosos, que presumo yo que son rosales (los entendido en la materia del chupasanguismo pre-crepusculero sabrán que dicha plantita hace mucha pupa a los no muertos picarones.)

Lleno de rabia, nuestro transilvano conde evalua rápidamente sus opciones:

a) Si Van Helsing ha llegado hasta ahí, fijo que hay un camino para rodear el matojo dañino, caer sobre el abuelete y morderle homoeróticamente.

o...

b) Atravesar la barrera de espinas a las bravas, con el consiguiente riesgo de engancharme la capa de terciopelo, pincharme por todos lados, y hacerme mucha pupita.

Tras mucho pensar (0.20 segundos), el señor del Mal toma la decisión de lanzarse sobre el matorral, con el resultado de....bueno, juzguen ustedes.



Pupita one....
Y es que el matojo en cuestión tiene muy mala hostia: le desgarra la ropa, le deja la cara hecha un cristo, le atraviesa la mano y encima, en una acción altamente villanesca, muerde (¿?) el tobillo de Dracula, dejandolo como tortuga panza arriba a merced de Van Helsing, que de repente ve la solución a sus problemas: 

Una almaciga.

Sí, creyentes! El uso de esta pieza ornamental de jardín como icono cinematográfico no empezó en los tiempos de "Los Caballeros de la Mesa Cuadrada y sus Locos Seguidores" (Monty Python and the Holy Grail, 1974), sino que tuvo su origen aquí. Con Dracula derribado, sangrando, y con una mano semidevorada ¿? por el cachondo vegetal, el cual sigue aferrado cual pitbull al tobillo del aristócrata, la imagen que da el vampiro provoca la risa floja.
Y la cosa va a mas cuando ves al doctor clavandole la terrible almaciga en mitad de la zona genita. No me extraña que el vampiro ponga cara de dolor oiga, pero más cara de dolor pone uno cuando ve como se cargan todo el erotismo de la penetración de la estaca en el cuerpo del vampiro y se convierte en un festival gerontofílico-almacigo-festivo de primer orden. Y obviamente, nos congratulamos por ello.

De muestra un youtube. El sketche vergonzante empieza a la hora y 23 minutos con 13 segundos. Excelsior!





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