Otro que se nos va antes de tiempo. Espero que no haya más sufrimiento en el corazón de este gran payaso.
Te echaremos de menos, Robin.
martes, 12 de agosto de 2014
viernes, 16 de mayo de 2014
Optimus Prime, Michael Bay, el Antiguo y Nuevo Testamento:¡ Adios a la inocencia!
Hemos de decir que, como título de post, creo que es el más rimbombante que ha escrito nunca esta casa. Pero un repaso a la saga completa del hipercafeínomano Michael Bay me ha dejado con una sensación un tanto...peculiar.
Entendemos "peculiar" en este caso como si hubiesen agarrado uno de tus modelos de infáncia, lo hubiesen sometido a un lavado de cerebro, transformado de un pacifista a un sociopata militarista, y te presentasen esto como una "modernización" del personaje.
Cuando lo que han hecho en verdad es justo lo contrario, pero vayamos por partes. Empecemos con el protagonista de la historia, el señorrr, ¡Optimus Prime!
Entendemos "peculiar" en este caso como si hubiesen agarrado uno de tus modelos de infáncia, lo hubiesen sometido a un lavado de cerebro, transformado de un pacifista a un sociopata militarista, y te presentasen esto como una "modernización" del personaje.
Cuando lo que han hecho en verdad es justo lo contrario, pero vayamos por partes. Empecemos con el protagonista de la historia, el señorrr, ¡Optimus Prime!
¡Que porte, que distinción, que....¡Que paquete azulado, por David Bowie bendito!
Para todo aquel que no haya tenido la gran suerte/desgrácia de crecer en los gloriosos años 80, a lo mejor no sabe que este robotin de sus buenos 15 metros de altura es la encarnación original del mamotreto sociopata que viste y calza en la actual saga de transformers, caracterizada por el estilo inconfundible de Michael Bay. O sea, el estilo SIN: Sin guión,Sin actores, Sin argumento, Sin enterarte un carajo de lo que pasa durante las peleas. O sea, ídolo absoluto.
El caso es que su adaptación de mi mito ochentero no acababa de gustarme, y yo no tuve muy claro el por qué de aquella extraña sensación pues...
¿No había llegado yo al cine a ver la primera parte con una camiseta hiperajustada comprada en tailandia con el logo de los autobots en el pecho, sin importarme que me fuera tres tallas pequeña y yo luciese un excelsiorante sobrepeso?
¿No había disfrutado como un enano al ver a los cochecitos transformarse en robotos?
¿Acaso no jalee el grito de "follame" que emitió un fan talludito y enfervorizado cuando la primera aparición de Optimus en la pantalla.?
Pues hay que decir que, en mi opinión, el diseño era arriesgado pero interesante: muy ciencia ficción efectista y palomitero, pero respetando el diseño básico del personaje. Y la voz era del mismo doblador, pero...¿Qué era lo que chirriaba tanto.
Y entonces vi el problema.
Jesucristo se había judeizado. Y no se me sulfuren los ultracatólicos, que tengo argumentos! Aunque ya se que eso les lleva importando un carajo desde el concilio de Trento mas o menos, pero a lo que iba.
El caso es que su adaptación de mi mito ochentero no acababa de gustarme, y yo no tuve muy claro el por qué de aquella extraña sensación pues...
¿No había llegado yo al cine a ver la primera parte con una camiseta hiperajustada comprada en tailandia con el logo de los autobots en el pecho, sin importarme que me fuera tres tallas pequeña y yo luciese un excelsiorante sobrepeso?
¿No había disfrutado como un enano al ver a los cochecitos transformarse en robotos?
¿Acaso no jalee el grito de "follame" que emitió un fan talludito y enfervorizado cuando la primera aparición de Optimus en la pantalla.?
Pues hay que decir que, en mi opinión, el diseño era arriesgado pero interesante: muy ciencia ficción efectista y palomitero, pero respetando el diseño básico del personaje. Y la voz era del mismo doblador, pero...¿Qué era lo que chirriaba tanto.
Y entonces vi el problema.
Jesucristo se había judeizado. Y no se me sulfuren los ultracatólicos, que tengo argumentos! Aunque ya se que eso les lleva importando un carajo desde el concilio de Trento mas o menos, pero a lo que iba.
Recordad creyentes: los transformers no son pecado. Palabra de Elías, Palabra de Kevin Smith.
El quid de la cuestión es que mi Optimus era muy Nuevo Testamento. El lider indiscutible de mi infáncia era un sabio consejero, un guerrero sí, pero un pacifista al fin y al cabo que optaba siempre por la solución no violenta si tenía oportunidad, mostraba piedad por sus enemigos y si hacía falta ponía la otra mejilla sin importarle las consecuencias si estaba su palabra en juego.
Ah, y había muerto para llevarse los decepticons (transformers malotes y pecaminosos) consigo, y resucitado cargado de buenrrollez y paz de espiritu para convertir a todo el universo en amiguisimos y ultrafelices.
Hasta ahí, la versión ochentera. Y he de decir que el de la primera película del apostol Bay era muy parecido a este....Al menos hasta que Optimus saca una espada al rojo vivo que brota de su muñeca y la ultiliza para atravesar el craneo de un decepticon e inmediatamente después decapitarlo rompiendole el cuello que, si llega a ser un enemigo de carne y hueso, la peli se convierte en no recomenadada para ninios infantes hipso facto.Pero eso no era nada comparado con lo que iba a venir después.
Para no alargarnos mucho: Después de pasarse veinte años en la nevera meditando sobre si ser una versión de Jesucristo con barba era conveniente para su imágen, el bueno de Optimus decidió que estaba hasta las narices de morirse y resucitar (4 veces en total en dibujos + comics, y sí, hay gente que contabiliza estas cosas.), asi que optó por la opción lógica:
Convertirse al judaísmo.
Convertirse al judaísmo.
Irrefutables pruebas del particular.
Asi que poniendose la ley del Talión por montera y con arrebatos del Antiguo Testamento, el Prime de Bay se embarca en una tremenda orgía de destrucción que incluyen mutilaciones varias, torturas con desmembramiento incluído de enemigos caídos, y una profusión de frases lapidarias dignas de Charles Bronson mientras sodomiza a hostias a hondonadas de robotos terroristas. Lo de poner la otra mejilla queda para los felices 80, ahora lo que se lleva son los antiheroes cafres, capaces de atacar a traición a un enemigo que te acaba de salvar la vida, arrancarle el craneo y la columna vertebral y regocijarte en tu cibernética masculinidad con música épica y banderas americanas de fondo.
Aprecien el bodycount a partir de que Opti entra en escena. Y lo siento, mi Optimus no arrancaría un ojo de un enemigo practicamente ko al grito de "Moriraaaaas", que se le va a hacer.
¿Qué quieren que les diga? Yo, como dice la canción, crecí en los 80 y sobreviví, y quizá los personajes de mi infáncia eran muy candidos e ingeuotes, pero me da una cierta pena ver la conversión de uno de mis mitos más queridos de mi infáncia en un fanático militarista, cafre y que se siente con justificación para realizar todo tipo de astracanadas "porque la causa lo justifica".
Mi Optimus, en definitiva, es y será un jesusito con chapa.
miércoles, 26 de febrero de 2014
La saga Crepusculo III (I Parte): 30 dias de Oscuridad (30 days of night, David Slade, 2007)....Y no, no nos hemos fumado nada.
Kinu se ha afeitado para perplejearse...
Como Kinu, entiendo que alguno de los escasos lectores de este bloj se sienta algo confusos, es decir...¿qué para-lelismos puede haber entre este sujeto:
Al calvo de la ONCE se le han inflado las gonadas.
Y este otro:
Osea, soy un vampiro. ¡Te lo juro por Snoopy!
Pues tiene que ver muchisisimo. Allá por el 2007 se estrenó esta versión de un comic de culto que se basa en una idea tan simple como efectiva: un pueblo cercano al círculo polar ártico justo antes de la larga noche antártica es el blanco del ataque de una banda de vampiros. Atrapados durante 30 dias, con las comunicaciones con el exterior cortadas, los supervivientes se esconden como pueden de una horda de bebedores de sangre con una higiene personal más que dudosa y unos modales muy, muy desagradables.
La película tiene agujeros de guión de aquí a Lima (qué tendrá la capital de Perú para salir siempre en este tipo de ejemplos, por cierto?), pero cuenta con interpretaciones apañaditas, una fotografía excelente, y un par de imágenes poderosas de las que se te marcan en la retina al buen aficionado del fantástico.
El barco rompehielos, primo hermano por parte de cuñado del Demeter.
Después de perpetrar esa joya llamada Hard Candy (2005), el director David Slade había puesto el listón muy alto. Y francamente, a algunos los decepcionó. Yo podría contarme entre ellos, pero creo que el material original no daba para mucho más que no fuese una entretenida película de survival horror, y esto es lo que honestamente ofrece este producto. La ambientación es excelente, del Carpenter del bueno, y el gore llega a extremos de grand ginyol o como leches se escriba (al contrario que mi mujer, mi francés no es excelente.), lo que siempre es de agradecer.
Pero vayamos a los protagonistas de la función, y a lo que hermana alegremente esta odisea gore con los tupes y la purpurina: los vampiros.
Tus ojos son dos luceros...
Los no muertos en esta cinta son, como en el cómic mismo, monstruos que no confundirías con un ser humano si te los encontrases de frente: expresión facial desencajada, frentes anormalmente grandes, ojos no alineados, bocas desencajadas por el tamaño brutal de los dientes...Son monstruos crueles, con querencia en producir miedo y dolor a gran escala por el simple placer de hacerlo. Son el hombre del saco, la cosa que se esconde debajo de la cama, y más que beber sangre se entroncan con los mitos que hermanan los origenes del mito de los zombies con el de los primeros vyrkolakos europeos (joder que bien hablo hoy.) y les pierde la carne humana en grandes y humeantes bocados. Impagable en ese sentido Danny Huston encarnando al lider de la manada de monstuos, una criatura que ya no es ni remotamente humana y que se le nota a cada segundo.
Ñam.
Y llegados a este punto...¿qué pueden que ver estas encantadoras criaturas con los bichos prepusculares? Pues esencialmente, que son las mismas.
Sí, sí, como lo oyen.
Les explico: Uno de los grandes aciertos de 30 dias de Oscuridad es que el director se tomó la molestia de cuidar al detalle el lenguaje no verbal de los monstruos para que no pareciesen humanos, y a fe que lo consiguió. Ver el making off del asunto es una autentica delicia: como los actores aprenden a caminar como animales al acecho, sus tics propios, su idioma propio,etc.
Incluso se molestaron en crear un estilo de lucha propio, basado en el combate con garras, colmillos, y aprovechar al máximo la agilidad y fuerza inhumana de los no muertos. Un autentico ejercicio creativo que dio lugar a que estos vampiros tuvieran una identidad filmica propia bien reconocible. Servidor pocas veces ha disfrutado tanto viendo el making off de una pelicula como en este caso, se los aseguro.
Pues el hecho es que el señor Slade debio encontrar poca lógica en desaprovechar todo el trabajo hecho, y ya puestos, ¿no iba a rodar una pelicula de vampiros en su próximo proyecto al fin y al cabo?
Y ahí empezaron las curvas, encarnadas en la señora Stephanie Meyer, pero esa es otra historia que contaremos en el siguiente capitulo de esta apustuflante saga...
Incluso se molestaron en crear un estilo de lucha propio, basado en el combate con garras, colmillos, y aprovechar al máximo la agilidad y fuerza inhumana de los no muertos. Un autentico ejercicio creativo que dio lugar a que estos vampiros tuvieran una identidad filmica propia bien reconocible. Servidor pocas veces ha disfrutado tanto viendo el making off de una pelicula como en este caso, se los aseguro.
Pues el hecho es que el señor Slade debio encontrar poca lógica en desaprovechar todo el trabajo hecho, y ya puestos, ¿no iba a rodar una pelicula de vampiros en su próximo proyecto al fin y al cabo?
Y ahí empezaron las curvas, encarnadas en la señora Stephanie Meyer, pero esa es otra historia que contaremos en el siguiente capitulo de esta apustuflante saga...
martes, 18 de febrero de 2014
Sketches vergonzantes, Toma I: Muerte por Almaciga (the satanic rites of Dracula, 1973)
En estas que va Dracula, alla por los gloriosos 70, escapando por quincuagésima vez con la capa entre piernas del descendiente de Van Helsing de turno. Protagonistas, obviamente el grande, grandisimo (mide como dos metros el tio) Christopher Lee en su papel más repetido y colmilludo, y el no menos grande Peter Cushing oficiando por vigesimoctava vez y pico del vetusto cazador de vampiros.
No voy a desglosar la película en cuestión, más un explotaiton de la original "Horror of Dracula" (1958) que un flim con identidad propia, sino que me limitaré a reseñar la muerte más vergonzante que el ilustre noble transilvano ha sufrido en toda su historia.
En estas que va Van Helsing, persiguiendo a su nemesis por el típico prado urbano Londinense, cuando de repente el señor de los vampiros ve la faz de su enemigo más allá de unos matorrales espinosos, que presumo yo que son rosales (los entendido en la materia del chupasanguismo pre-crepusculero sabrán que dicha plantita hace mucha pupa a los no muertos picarones.)
Lleno de rabia, nuestro transilvano conde evalua rápidamente sus opciones:
a) Si Van Helsing ha llegado hasta ahí, fijo que hay un camino para rodear el matojo dañino, caer sobre el abuelete y morderle homoeróticamente.
o...
b) Atravesar la barrera de espinas a las bravas, con el consiguiente riesgo de engancharme la capa de terciopelo, pincharme por todos lados, y hacerme mucha pupita.
Tras mucho pensar (0.20 segundos), el señor del Mal toma la decisión de lanzarse sobre el matorral, con el resultado de....bueno, juzguen ustedes.
No voy a desglosar la película en cuestión, más un explotaiton de la original "Horror of Dracula" (1958) que un flim con identidad propia, sino que me limitaré a reseñar la muerte más vergonzante que el ilustre noble transilvano ha sufrido en toda su historia.
En estas que va Van Helsing, persiguiendo a su nemesis por el típico prado urbano Londinense, cuando de repente el señor de los vampiros ve la faz de su enemigo más allá de unos matorrales espinosos, que presumo yo que son rosales (los entendido en la materia del chupasanguismo pre-crepusculero sabrán que dicha plantita hace mucha pupa a los no muertos picarones.)
Lleno de rabia, nuestro transilvano conde evalua rápidamente sus opciones:
a) Si Van Helsing ha llegado hasta ahí, fijo que hay un camino para rodear el matojo dañino, caer sobre el abuelete y morderle homoeróticamente.
o...
b) Atravesar la barrera de espinas a las bravas, con el consiguiente riesgo de engancharme la capa de terciopelo, pincharme por todos lados, y hacerme mucha pupita.
Tras mucho pensar (0.20 segundos), el señor del Mal toma la decisión de lanzarse sobre el matorral, con el resultado de....bueno, juzguen ustedes.
Pupita one....
Y es que el matojo en cuestión tiene muy mala hostia: le desgarra la ropa, le deja la cara hecha un cristo, le atraviesa la mano y encima, en una acción altamente villanesca, muerde (¿?) el tobillo de Dracula, dejandolo como tortuga panza arriba a merced de Van Helsing, que de repente ve la solución a sus problemas:
Una almaciga.
Sí, creyentes! El uso de esta pieza ornamental de jardín como icono cinematográfico no empezó en los tiempos de "Los Caballeros de la Mesa Cuadrada y sus Locos Seguidores" (Monty Python and the Holy Grail, 1974), sino que tuvo su origen aquí. Con Dracula derribado, sangrando, y con una mano semidevorada ¿? por el cachondo vegetal, el cual sigue aferrado cual pitbull al tobillo del aristócrata, la imagen que da el vampiro provoca la risa floja.
Y la cosa va a mas cuando ves al doctor clavandole la terrible almaciga en mitad de la zona genita. No me extraña que el vampiro ponga cara de dolor oiga, pero más cara de dolor pone uno cuando ve como se cargan todo el erotismo de la penetración de la estaca en el cuerpo del vampiro y se convierte en un festival gerontofílico-almacigo-festivo de primer orden. Y obviamente, nos congratulamos por ello.
De muestra un youtube. El sketche vergonzante empieza a la hora y 23 minutos con 13 segundos. Excelsior!
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