viernes, 16 de mayo de 2014

Optimus Prime, Michael Bay, el Antiguo y Nuevo Testamento:¡ Adios a la inocencia!

Hemos de decir que, como título de post, creo que es el más rimbombante que ha escrito nunca esta casa. Pero un repaso a la saga completa del hipercafeínomano Michael Bay me ha dejado con una sensación un tanto...peculiar.

Entendemos "peculiar" en este caso como si hubiesen agarrado uno de tus modelos de infáncia, lo hubiesen sometido a un lavado de cerebro, transformado de un pacifista a un sociopata militarista, y te presentasen esto como una "modernización" del personaje.

Cuando lo que han hecho en verdad es justo lo contrario, pero vayamos por partes. Empecemos con el protagonista de la historia, el señorrr, ¡Optimus Prime!

¡Que porte, que distinción, que....¡Que paquete azulado, por David Bowie bendito!



Para todo aquel que no haya tenido la gran suerte/desgrácia de crecer en los gloriosos años 80, a lo mejor no sabe que este robotin de sus buenos 15 metros de altura es la encarnación original del mamotreto sociopata que viste y calza en la actual saga de transformers, caracterizada por el estilo inconfundible de Michael Bay. O sea, el estilo SIN: Sin guión,Sin actores, Sin argumento, Sin enterarte un carajo de lo que pasa durante las peleas. O sea, ídolo absoluto.

El caso es que su adaptación de mi mito ochentero no acababa de gustarme, y yo no tuve muy claro el por qué de aquella extraña sensación pues...

¿No había llegado yo al cine a ver la primera parte con una camiseta hiperajustada comprada en tailandia con el logo de los autobots en el pecho, sin importarme que me fuera tres tallas pequeña y yo luciese un excelsiorante sobrepeso?

¿No había disfrutado como un enano al ver a los cochecitos transformarse en robotos?

¿Acaso no jalee el grito de "follame" que emitió un fan talludito y enfervorizado cuando la primera aparición de Optimus en la pantalla.?

Pues hay que decir que, en mi opinión, el diseño era arriesgado pero interesante: muy ciencia ficción efectista y palomitero, pero respetando el diseño básico del personaje. Y la voz era del mismo doblador, pero...¿Qué era lo que chirriaba tanto.

Y entonces vi el problema.

Jesucristo se había judeizado. Y no se me sulfuren los ultracatólicos, que tengo argumentos! Aunque ya se que eso les lleva importando un carajo desde el concilio de Trento mas o menos, pero a lo que iba.


                Recordad creyentes: los transformers no son pecado. Palabra de Elías, Palabra de Kevin Smith.
El quid de la cuestión es que mi Optimus era muy Nuevo Testamento. El lider indiscutible de mi infáncia era un sabio consejero, un guerrero sí, pero un pacifista al fin y al cabo que optaba siempre por la solución no violenta si tenía oportunidad, mostraba piedad por sus enemigos y si hacía falta ponía la otra mejilla sin importarle las consecuencias si estaba su palabra en juego.
Ah, y había muerto para llevarse los decepticons (transformers malotes y pecaminosos) consigo, y resucitado cargado de buenrrollez y paz de espiritu para convertir a todo el universo en amiguisimos y ultrafelices. 
Hasta ahí, la versión ochentera. Y he de decir que el de la primera película del apostol Bay era muy parecido a este....Al menos hasta que Optimus saca una espada al rojo vivo que brota de su muñeca y la ultiliza para atravesar el craneo de un decepticon e inmediatamente después decapitarlo rompiendole el cuello que, si llega a ser un enemigo de carne y hueso, la peli se convierte en no recomenadada para ninios infantes hipso facto.Pero eso no era nada comparado con lo que iba a venir después.

Para no alargarnos mucho: Después de pasarse veinte años en la nevera meditando sobre si ser una versión de Jesucristo con barba era conveniente para su imágen, el bueno de Optimus decidió que estaba hasta las narices de morirse y resucitar (4 veces en total en dibujos + comics, y sí, hay gente que contabiliza estas cosas.), asi que optó por la opción lógica:

Convertirse al judaísmo.

Irrefutables pruebas del particular. 

Asi que poniendose la ley del Talión por montera y con arrebatos del Antiguo Testamento, el Prime de Bay se embarca en una tremenda orgía de destrucción que incluyen mutilaciones varias, torturas con desmembramiento incluído de enemigos caídos, y una profusión de frases lapidarias dignas de Charles Bronson mientras sodomiza a hostias a hondonadas de robotos terroristas. Lo de poner la otra mejilla queda para los felices 80, ahora lo que se lleva son los antiheroes cafres, capaces de atacar a traición a un enemigo que te acaba de salvar la vida, arrancarle el craneo y la columna vertebral y regocijarte en tu cibernética masculinidad con música épica y banderas americanas de fondo.

Aprecien el bodycount a partir de que Opti entra en escena. Y lo siento, mi Optimus no arrancaría un ojo de un enemigo practicamente ko al grito de "Moriraaaaas", que se le va a hacer.

¿Qué quieren que les diga? Yo, como dice la canción, crecí en los 80 y sobreviví, y quizá los personajes de mi infáncia eran muy candidos e ingeuotes, pero me da una cierta pena ver la conversión de uno de mis mitos más queridos de mi infáncia en un fanático militarista, cafre y que se siente con justificación para realizar todo tipo de astracanadas "porque la causa lo justifica". 

Mi Optimus, en definitiva, es y será un jesusito con chapa.