sábado, 17 de agosto de 2013

Arthur Conan Doyle y el Maravilloso Mundo Animal.

Decir que me gusta Sherlock Holmes es quedarse corto.  Mi devoción por sus aventuras me llevó desde bien pequeñito a arreplegar desde cómics (benditas Narraciones Ilustradas), a tragarme toda serie de television que oliese al detective, por no hablar de varias ediciones de sus multiples casos.

          Cuando he dicho toda, es TODA adaptación. Y esta es simplemente maravillosa. ¡Ghibli Style!

Pero todo hay que decirlo, enmedio de tanta devoción habían cosas que...me chirriaban un poco. No, no me refiero ni a la homosexualidad del personaje, ni a sus multiples adicciones, no. El problema era que servidor de pequeño era algo asi como una espécie de Felix Rodriguez de la Fuente en miniatura, con obsesión por toda publicación/coleccionable sobre animales que pudiese caer entre mis zarpas; De hecho, recordaré siempre mis tremendos piques con mis sufridas profesoras de primaria, cuando las corregía una y otra vez sobre cosas que a mi me parecían de conocimiento general.

Estimada Mianchu: han pasado  28 años, y no, no me vas a convencer de que esto era un delfín. Lo siento.

Tales conocimientos me valieron para ser el friki de la clase y pintarme una diana con la palabra BULLING en relieve en la espalda. Y también me valieron para....bueno, para horrorizarme con mi otra lectura favorita.

Se preguntarán de que cojones estoy hablando y que tiene que ver con Sherlock todo este asunto.
Pues como ahora verán, mucho.
Estaba revisando yo la magnifica serie de la BBC dedicada al detective y protagonizada por el grande, grandisimo Jeremy Brett cuando de repente vi que me tocaba ver el episodio titulado "The Creeping man".

Tome aire, cerré los ojos, dominé mis nervios y vi el episodio.

Veran, el asunto es que lo que me chirriaba de las obras de Holmes era el total, completo, y absoluto desconocimiento de su autor sobre muchisimos campos, a pesar de que el bueno de Arthur Conan Doyle se proclamaba un autodidacta experto en muchos campos, entre ellos el fotografiar hadas. Pero esa es otra historia. En unas obras como las del detective, donde todo se basaba en la lógica y el empirisimo, cada vez que intervenía un animal en la acción aquello se convertía en un número cómico de proporciones épicas, rallando en ocasiones en la ciencia ficción o, en el caso que nos ocupa, en un ridiculo desmochante que lleva directamente al sonrojo más absoluto.

Entiendo que la época victoriana no era el momento más idoneo para estar cultivado en materia de biologia, pero es que el autor que nos ocupa ni tan siquiera se molestaba en documentarse un mínimo.

¿Alguien me explica sino, como cojones consigues amaestrar una serpiente con un silbato, siendo el bicho sordo como una tapia y ya de por si inamaestrable, y encima alimentarlo con un platito de leche cual minino callejero? (El caso de la Banda Moteada)

¿O como narices un tipo, picado por una medusa como un piano, no se le ocurre otra cosa que empezar a gritar "La Melena del Leooon, la melena del leooon" para señalar al culpable antes de morir? (La Aventura de la Melena del Leon)
Esto es como si alguien al que le muerde un tiburón, en lugar de gritar "me ha mordido un idem" dice algo asi como "me ha mordido un carcharodon carchariaaaaaas". Para rematar el asunto, Sherlock mata a la bestia con una pedrada dentro del agua que le rompe todos los huesos.

A la medusa.

Cagate lorito.

"The Creeping Man" entra en esta gloriosa categoría. Para no extenderme, les diré que el asunto va de que un gentil abuelete ingles se chuta unas vitaminas provinientes de la sangre de un mono, y que esto le provoca en la novela ganas de trepar arboles, hacer el ridiculo por la noche, y cachondearse de un mastin tamaño XXL que, harto del espectaculo de su amo, se le tira encima y le hace un collar de mordiscos que lo envia al otro barrio. Esto viene a ser como si te aplicas una crema hecha con baba de caracol y al día siguiente te da por comer lechuga y encasquetarte una caja en el culo y te diera por esconderte en ella a la mínima ocasión.

Y yo pense: conseguirá adaptar la BBC esto sin caer en el jajaismo pertinente.

La respuesta es, por suerte, no. Y con las ganas me quedé de que adaptaran la de la Melena del Leon, para ver esa terrible medusa con calavera incluída.

Con ustedes, para su deleite, the creeping man en sonrojante acción (minuto 43: 55)


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lunes, 12 de agosto de 2013

De la serie "Actores que no actuan": Halle Berry: Cuando hacer porno encubierto te da un oscar.

Halle Berry es una puta. Al menos, fílmica. Y no se me merece ningún respeto, aparte que ella solita y sus memeces de diva egocéntrica estuvieron a punto de cargarse una saga como la de los X-Men iniciada por Singer, destruyó la carrera de Pitof, a la que ahora ha vuelto con la cola entre las piernas (lo cual suponemos que la debe poner muy cachonda) después de verse irreversiblemente arrastrada a productos de serie B, donde por mi se podría haber quedado el resto de su puñetera existencia actoral.

¿Me estoy pasando? Puede. Pero hablamos de una actriz que no actúa, que ha conseguido su exito a base de enseñar carne y escenificar sexo explícito en pantalla, y que a partir de su ascensión se ha dedicado a volver locos a los directores con exigencias, cambios de guión y soplapolleces varias que han acabado con su carrera a una velocidad de vértigo. Para muestra, "X-Men: The Last Stand" enterró a la saga de los mutantes durante un buen puñado de años en buena parte grácias a los delirios de nuestra divina protagonista, que exigió que su personaje se convirtiese de golpe y porrazo en co-protagonista principal de la trama, saliese en mas planos, y en general se pasase por el forro las lineas generales del guión de las dos primeras partes.

Uno se pregunta que había hecho esta actriz para tener galones tales en un tiempo relativamente corto, y la respuesta se resume en dos notas:

-A) Dejarse follar literalmente ante las camaras por el suertudo Billy Bob-Thorton en la pelicula Monster's Ball y ganar un Oscar por ello por lo "arriesgado de su interpretación". Siguiendo el mismo baremo, reclamo para mi adorada Candice Michelle el Oscar, la Palma de Oro de Cannes, el Premio la Máquina del Tiempo del Festival de Sitges, y un jamón de jabugo.


                     Y un kiosko en la gran via, y un bono tren de cincuenta viajes, y....
Porque no seamos hipócritas: a la Berry le dieron el Oscar por montar un número porno explícito en una película que no era X. Hablaba también de racismo, pero busquen ustedes por qué es recordada Monster's Ball en internet y veran que no es precisamente por sus valores artísticos.

b) Un estudio de jolibu llegó a la conclusión de que las tetas de la Berry exhibidas en "Operation: Swordfish" (2001) fueron responsables de entre el 40 y el 50 por ciento de la recaudación de taquilla. Armada con semejantes razones, los productores y la misma Halle llegaron a la conclusión de que habían encontrado la gallina de la pechuga de oro. Por lamentable que parezca, esto que les estoy contando es escrupulosamente cierto, y fue con estos solidos argumentos que esta mameluca tomó por asalto el trono de las actrices más cotizadas.

                          Los pezones más caros de la história del cine os MI-RAN. De rodillas, blasfemos!

Con el ego disparado y los pezones en llamas, Halle encadenó cuatro taquillazos, basados como todo el mundo recordará en su capacidad interpretativa: "Operation Swordfish", La ya citada "Monster's Ball", la bondiana "Die Another Day" (2002), en la que volvía a exhibir carnaza y bikini, y "X-Men 2" (2003). Fue en esta ultima cuando se autoconvenció de que aparte de ser meretriz filmica, era la mejor actriz del universo conocido.

Eso quería decir que, a partir de ese momento, nuestra heroína iba a decidir cosas como cuanto tiempo iba a salir en pantalla, aunque fuera secundaria, el protagonismo de sus personajes aunque el guión ya estuviese escrito, y el color de la orina del director durante la filmación de sus peliculas, que a partir de ese momento fue de color rojo sanguíneo.

En "Gothika" (2004), intentó mostrar al mundo un hecho de la cual ella estaba más que segura: que era capaz de generar dividendos sin prostituirse, lease actuando. Para tal efecto, se rodeó de nuestra Pe Cruz, Tony Stark en sus primeras epocas post-Drogas, y un director frances cuya pelicula anterior había sido un ñordo de proporciones épicas con Jean Reno y Vincent Cassel que me niego a pronunciar por motivos personales.
Es decir, un director títere y poco talentoso que iba a decir "siseñora" a todo lo que la actriz quisiera meter baza. El resultado fue un pequeño hostión en taquilla, que no iba a ser nada comparado con lo que vino después.....

¡¡¡CATGÜOMAN!!!!

De esta pelicula se ha escrito tanto que no nos alargaremos mucho con ella. Baste decir que fue el principio de la formula Halle Berry = Veneno para la taquilla. Cosa no muy comprensible para nuestra heroína. Aunque tuvo los cojones de ir a recoger los premios Razzie que ganó este flim (los antioscar), su justificación para el desastre perpretado fue la siguiente:



La cosa no pintaba naaada bién, pero aún quedaba la tercera parte de "X-Men: The Last Stand" (2004) para salir del paso taquillero. Pero hete aqui que, con los pezones enfundados en cuero negro, Halle exigió cambios en el guión: su personaje, Storm, pasaba de la secundaria con clase de la primera y segunda parte de la saga a protagonista. Así, violentando por el ano la historia y sin venir a cuento, Halle causó el cambio forzoso del guión (que ya no era nada del otro mundo), lo que se combinó con la torpe dirección de un Brett Rattner que después contraatacaria acusando a Berry del apocalipsis taquillero que paralizó la saga de los mutantes durante casi una decada.

La cosa estaba clara: o volvía a enseñar carne, o su carrera estaba acabada. Y efectivamente, ocurrió lo segundo. El 2007 se estrenó "Perfect Stranger", una suerte de remake encubierto de "El Abogado del Diablo" (Guilty as Sin, 1993), cambiandola a Rebecca de Mornay por Halle Berry y a Don Johnson por un Bruce Willis más perdido que un pulpo en un garaje.

El castañazo ya fue definitivo: Durante casi seis años, mantuvo un perfil bajo, ya alejada de los sueldos millonarios y de los privilegios de una primera espada. Ni siquiera intentó enseñar teta de nuevo, lo cual hubiese sido un intento loable de volver a los orígenes, oiga.

En los ultimos dos años, empero, ha vuelto a asomar el muslo con cierta regularidad siendo sus menos telfilmeras apariciones en la aburrida hasta matar "Cloud Atlas" (2012), la entretenida "The Call" (2012) del para mi irregular Brad Anderson, y por ultimo en la muy esperada "X-Men: Days of Future Past (2014), donde esperemos que Brian Singer se recupere tras una temporada encadenando varios fracasos gordos de taquilla.

Al menos podemos estar casi seguros que no tendrá el problema de Rattner: dudamos mucho de que Berry vaya a decir ni mu sobre la duración de sus escenas o el protagonismo de sus personajes. La que fuera megaestrella es, a dia de hoy, una actriz de segundo orden. Y que consiguió su fortuna haciendo porno encubierto, asi que recomendamos que se cite con Sasha Grey y se tome unas copas. Ambas han recorrido el mismo camino, al fin y al cabo, no creen?