sábado, 30 de junio de 2012

El ultimo tiburon (L'ultimo squalo), 1981. Traviesos tiburonejos incomprendidos.

(Que quede claro: el termino "tiburonejo" es propiedad intelectual de mi santa esposa, que me ha cedido brevemente los derechos de explotación)

Una vez aclarados los terminos legales, volvamos a lo nuestro, que curiosamente también tiene que ver con la explotación.

O más bién "explotaiton", que es el caso que nos ocupa hoy. Concretamente, uno de los ejemplos más gloriosos y sinvergüenzas del género. Esta copia del "Tiburón" de Spielberg es una fiesta del cutrismo, la mamarrachada, y la sinrazón, aunque curiosamente el bicho de la función está bastante mejor hecho que el entrañable "Bruce". Comparen y juzguen:

        Aqui el bueno de Bruce en acción, con sus ojos saltones y sus dientes de autentico plástico blandito. ¡Te queremos Bruce!




Aquí, el primo de Bruce en todo su esplendor. Notese el parecido familiar inequívoco en la mirada y la expresión.


Y aquí, el tiburonejo de ojos bien integrados, dientes de autentico plástico duro, y una cabeza que parece más a la de un tiburón que a la de la rana Gustavo.


Una vez conseguido un tiburón "decente" (luego comentaremos el por qué de las comillas), la productora intentó asegurar el tiro poniendo actores parecidos a los de la peli madre, y hay que decir que aunque James Franciscus en su ultimo papel se parecía tanto al prota de "Tiburón" como una patata a un boniato, aunque el rol de sus personajes era el mismo, curiosamente en el personaje de Quint les salía un calco casi identico fisicamente, aunque el de la versión italiana era algo menos gilipollas y sociopático que su homonimo americano y fusionaba al personaje de Hooper (Richard Dreyfuss) con el muy tarado superviviente del Indianapolis. Este ejercicio de copia-fusión fue encarnado por un Vic Morrow, alegre secundario curtido en mil batallas, con sorprendente dignidad a tenor de las circunstancias adversas, que no eran pocas.

Joder si no eran pocas.

Para empezar, los medios eran escasos, muy escasos. Cuatro localizaciones acuáticas, unos cuantos extras refocilándose con flotadores, un par de barcas y muchos italianotes/as bien sanos haciendo surf por doquier. Sin olvidar el increíble helicoptero de juguete que se convierte en protagonista de uno de los momentos cumbre de la cochambre técnica que glorifica a este género.


El observador astuto notará a partir del minto 2:30 la presencia del helicoptero de juguete que subsituye en los primeros planos al real. Glorioso y edificante es el momento del impacto contra el agua del minihelicóptero y el impetu con el que se ceba el tiburóncito de plástico con la pobre maqueta.

Y es que todo en "El ultimo Tiburón" merece un punto y aparte, un concienzudo analisis: los tremendos mostachos que lucen los actores, el look italiano trasnochado de pantalones acampanados acabados de salir de los 70, la pésima fotografía, los delirantes planes que peregrinan los personajes a la hora de afrontar la matanza del mal bicho en cuestión, que van desde intentar alzarlo primero a una barca con un trozo de carne sin anzuelo siquiera atado a un palo sostenido por tres adolescentes treintañeros, a intentar el mismo método pero desde un helicoptero, llevado a cabo por el padre de uno de dichos adolescentes. Deducimos que la cosa debe de ser génetica sin duda, y que la lástima es que el bicho solo se comiera al padre por el bien de la evolución humana.

Pero lo más descacharrante es, sobretodo, el psicotrónico comportamiento de la estrella de la función, y no me refiero a James Franciscus, sino al Tiburonejo. El creyente de este blog ya conocerá a esta fiera fusión entre conejo y tiburón,  conocido por roer (que no devorar) a sus victimas cual liebre pirenáica a una zanahoria, pero hoy ahondaremos en sus misteriosas costumbres, a saber:

Nos encontramos con una bestia terriblemente educada: antes de roerte sin piedad, siempre asomará la cabecita para saludar y hacer acto de presencia, supongo que para dejar claro a las aseguradoras de quien ha sido el causante del estropicio en cuestión, y para muestra, un youtube de los momentos más estelares del bigardo en cuestión.



A destacar la intervención de el maniqui de feria en el minuto 2:30, tieso heróicamente como un palo sobre la barca previo a un despollante despegue, y las apariciones de la bestia abriendo y cerrando la boquita justo antes de liarla parda y roer sin piedad a sus victimas. 

-El tiburonejo, bestia salvaje donde las halla, tiene el pequeño defecto de que no puede abrir la boca  más que un palmo a la hora de ingerir, lo que le lleva a hacer las cosas muy muy despacito y con aparente crueldad, como el momento en que devora al pobre Quint/Hooper (minuto 8:48 del último video) con lentitud y mala idea, y manteniendo constantemente la cabeza fuera del agua para que el desafortunado James Franciscus se cabree lo que no está escrito y haga el salto del cormoran tuerto al agua en un gesto completamente fuera de lugar y excelentemente musicalizado por los hermanos De Angelis.

-Por último, esta bestia extraordinária posee el curioso poder de cambiar de espécie según sea el fragmento de documental de la National Geographic que inserten para ambientar a la bestia en cuestión, técnica muy utilizada en toda pelicula de tiburones de la cual ni siquiera la obra maestra de Spielberg pudo librarse, pero que aqui elevan dicha técnica al nivel de arte.


Pero no se dejen engañar por todo esto: "El último..." es, y será, una de mis pelis favoritas de mi infancia, hija de una época y de un modo de hacer/copiar cine que ahora perpetúan con muchisima menos grácia los muchachos de la productora Asylum, con sus mockbusters y copias de grandes hits empleando actores de segunda fila entrados en años. Y es que, Italia, con todas sus grandezas y miserias, creo un subgenero divertido divertido y con un estilo propio que, visto con la perspectiva actual, no deja de ser entrañable en su cutrez involuntaria. ¿Y no es de emocionar de lo que se trata el cine, al fin y al cabo?













miércoles, 20 de junio de 2012

"Rosa" (2011), el triunfo de una ilusión.

Hace poco me enteré via la expecional Aullidos.com de que el cortometraje que tuvo el (dudoso) honor de inaugurar el festival de Sitges 2011, de nombre "Rosa" y hecho integramente por una sola persona, el autodidacta Jesus Orellana, será en el futuro un largometraje de la mano de la Twenty Century Fox.

Cualquier cosa que diga sobre esta pequeña gran obra de arte, que luce mejor que el 90% de las peliculas que he visto desde entonces, es poco. Asi que les dejo el corto youtubeado para su enorme disfrute. Gocen del viaje, porque es realmente impresionante....




domingo, 17 de junio de 2012

Feast I, II, y III (2005). O por qué hay que darle crédito a Piranha 3DD

Mi primera reacción a la notícia de que Alexander "remake" Aja dejaba la dirección de la secuela de la despollante "Piraña 3d" (2010) fue que la habíamos cagado a lo grande.

 Pese a tener que estar catalogada como animal de monta pública en un mundo mejor que el nuestro, no participará en la secuela

Y no porque faltará la jaca que adorna estas lineas, Kelly Brook, sino porque no creía que hubiese director con las bastantes pelotas como para perpetrar un desbarre parecido al de la divertidisima primera parte.

Pero hete aquí, ¡oh día glorioso!, que anuncian que el director de la secuela era nada menos que este hombre:

                                                                 ¡ Soy sexy y lo se!



Vaya por delante este hecho fundacional: Para el que suscribe el director John Gulager es un genio, un dios, un Peter Jackson/Sam Raimi de sus primeras epocas descubierto tardíamente y que recién ahora podemos disfrutar de su arte trash, gamberro y desaforado.

                                  Mitch "The Hoff "Buchanan suscribe todo lo dicho. ¡Grande Mitch!
¿Pero cuales son  los motivos de este desaforado amor forero? La respuesta es muy simple: Allá por el 2005, el otrora actor de John Gulager emprendió su carrera de director con una opera prima llamada "Feast".

La cosa se podría resumir en:

a) un grupo de paletos de la america profunda son asediados en un bar de carretera durante una noche por una terrible manada de monstruos vestidos con pieles de animales.

b) Dichas bestias son unos autenticos maníacos sexuales, se follan TODO lo que pillan (creanme cuando digo que lo pongo en mayusculas por algo), y no hacen más que pasarse por la punta del prepucio todas las convenciones de las películas del género.

y no quiero decir más, porque les estropearía el descubrir esta trilogía que, pese a un final algo fallido, es todo un descubrimiento. Aqui tienen de todo, señores: sexo con enanos, enculadas de toda índole, mutilaciones a gogo, tetas sin venir a cuento, moteras lesbianas, moteras gemelas lesbianas, tentaculos, deformaciones, survival horror, banjos, necrofágia, canibalismo, despollantes presentaciones de personajes con el nombre del personaje tópico que interpretan (paleto, heroe, camarera, negro...) y su esperanza de vida, sexo entre y con monstruos, y la violación oral multiple  más salvaje vista nunca perpretada sobre una actriz que es la mujer del director en la vida real. ¡Excelsior!


                                            El matrimonio Gulager, en plena cogorza.


Rieguen este cocktel con el humor más cafre y bizarre que se puedan imaginar, recuerden no encariñarse con ningún personaje, y disfruten del viaje. Porque aunque algunos se quejen de que la tercera parte de la trilogía no tenía el nivel de las otras dos, por mi parte a mi me dejó satisfecho. Nos encontramos con el debut de un director rompedor, un hombre que no concibe el cine sin tetas ni sangre, deudor directo de piezas como "Braindead" (1992) o el cine neozelandes de los años 90, y cuya tarjeta de presentación es un enorme grand ginyol, un chiste en tres partes sobre y para el género fantástico que no deja titere con cabeza y no permite al espectador predispuesto ni un segundo de tregua al cachondeo y al estomago.

Recomendada especialmente para verla en estado de intoxicación variado, con multiples cervezas y grandes amigotes. Y si esta es la primera imágen de promoción de "Piraña 3DD"....

                                          En movimiento ganan mucho, ¡palabra!
Y va y en el trailer nos aparece Hasselhoff y crias de piraña que se meten por las partes pudientas de las feminas y muerden todo miembro viril que se introduce en sus muy apetecibles "acuarios"....Esto es un "hype" y no lo de "Prometheus"!

¡Excelsior Gulager!

domingo, 3 de junio de 2012

El haiku, segun Wesley Snipes.

Wesley Snipes es lo que comunmente se conoce como un macho alpha, o un genero en si mismo. Todos sabemos que esperar de una pelicula si en su caratula aparece este ejemplar en pose chulesca:




Efectivamente: obras de arte y ensayo de la galleta, fracturas multiples y al señor Snipes soltando su frase.
Si señor, lo han leído bien, y lo pondremos en mayusculas y subrayado, para que se vea más:


SU FRASE 


Porqué Wesley Snipes es muy hombre, y en su concepto de masculinidad, el macho dominante debe dejar clara su superioridad moral y espiritual sobre el vulgo con una frase que, cual haiku pronunciado por un borracho, deje anodada al villano.

Y al director.

Y al guionista.

Y a todo aquel que contemple la pelicula.

El por qué de todo esto, solamente Wesley lo sabe. Como muestra, la cumbre de la filosofia Wesleysnipiana en una sola frase (llega en el segundo 48, ¡gocenla!)

                                                             ¿Lo cualoooo?
Me niego a creer que estos palabros fueran del guionista. La grandeza de la frase, la apostura de nuestro muy negro protagonista, esas rayban indestructibles...podríamos estar el infinito mas uno discutiendo el significado intrinseco de esta disquisición sin llegar a resultado alguno.

¿Por qué, por qué nos estan vedados tan elevadas cotas del conocimiento?

La respuesta es sencilla, hermanos creyentes.

Porqué no somos él.

O vamos sobrios, que esa es otra.